Voluntad


Hola, este es un relato corto que escribí para participar en un concurso ¿Para qué tenerlo guardado? espero que le guste y que comprenda su significado y moraleja.


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Era un día miserable como este y como cualquier otro, arriba los humanos hacían lo típico de todos los días, estaban aquellos de aburrida vida con su mente perdida en negocios y dinero, aquellos sumidos en estudios inútiles intentando ser mejor que los demás y aun así siempre esta aquel que los pisotea, aquellos que dicen ayudar a los demás y llaman amigos a quienes los rodean; pero yo se la verdad "a mis ojos no se pueden ocultar tras sus engañosas máscaras y estos “amigos” en realidad son meras herramientas y en muchos casos están llenos de envidia y odio entre sí mismos… Es muy divertido verlos actuando día a día bajo esa mascara de “buenas personas”.

Por supuesto, están aquellos que matan y roban por placer, para conseguir ese algo que quieren, para conseguir aquello tan deseado y que a mis ojos resultan inútiles. Esta es la vida cotidiana de los humanos, todos sin excepción son criaturas egoístas, odiosas y a veces más repugnantes que mis propios hermanos…

¿Qué quien soy yo? Mi nombre es irrelevante, pero has de saber que soy un demonio de las profundidades del abismo y mi trabajo es observar y persuadir a los seres humanos para que cometan “errores” e “injusticias”, pero la verdad en la parte persuasiva poco debo hacer pues como ya te dije los humanos se las arreglan solitos…

A veces, y en casos muy especiales, mi señor me ordena “recoger” personalmente algunas de estas almas condenadas, y en casos aun más especiales, corromper almas puras y llevármelas en el acto, es como un robo a mano armada, o si lo prefieres, “una transacción” pues estas “almas puras” tienen sus puntos débiles y son fácilmente manipulables. Recuerdo un trabajo en específico y desearía no hacerlo, pero es inevitable. Tuve un encuentro con una “Humana” que recordare por toda la eternidad desgraciadamente y solo de recordarlo me da miedo, sí, has leído bien, miedo. ¿Qué clase de persona es capaz de provocar ese efecto tan “humano” en un demonio? Lee atentamente y lo sabrás.

A través de los siglos nuestros amos han raptado almas para sus propósitos, son transacciones de los bajos mundos en los que las almas de las criaturas vivas, son como el oro en el mundo de los humanos, sin embargo hay almas especiales que son aun más valiosas. Que sepas que el alma que ha vivido más honradamente, aquella que nunca ha hecho daño a nadie y que usa el conocimiento para bien de otros, es las más valiosa, como un diamante pulido, pues el alma de un ladrón o un asesino son transacciones comunes y las hay a miles, estas almas puras son llamadas “Lux Dei” y son muy valiosas y raras de encontrar.

Solo a los mejores demonios les es encargada la tarea de apropiarse de dichas almas, incluso arrebatarlas, pero tal faena es peligrosa incluso para un señor del bajo mundo. Después de un tiempo cosechando almas impuras, había llegado mi momento, mi señor me había elegido para buscar una Lux Dei, mi objetivo era una anciana solitaria que vivía en una cabaña cerca de un bosque, al parecer sería muy fácil, había lidiado con peores cosas y soy un comandante de alto grado con el favor de nuestro soberano y mi intención era arrastrar esa Lux Dei entre gritos hacia el infierno. -Será muy divertido y deleitante a la vez… -me dije a mi mismo con una sonrisa siniestra en el rostro…

Me apresure a subir por la anciana, pero como buen demonio debía disfrazar mi apariencia, pues no quería matarla del susto, sin antes poder tentarla y hacer el proceso más “limpio”. Como un joven muchacho subí a la superficie y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba frente a la cabaña de la anciana, el ambiente allí era muy extraño incluso para mi, tantos árboles alrededor y ese olor tan desagradable que rondaba en el aire, la cabaña no podía ser menos, algunas plantas habían hecho enredaderas en las paredes de los lados y por las ventanas asomaban flores y otras plantas, la puerta tenía algunas baratijas alrededor y por un momento me sentí abrumado por el ambiente que me rodeaba. ¿Qué sucede? Ni los mismos infiernos son tan abrumadores para mí. Decidido a proseguir con mi misión procedí a tocar la puerta, pero justo cuando iba a hacerlo se abrió frente a mí como por una mano invisible a la vez una voz dijo suave pero firmemente -puedes entrar -¿debería sorprenderme? -No la verdad no, pero sí sentía curiosidad por lo que sucedía, sin más que hacer entré en la cabaña.

Algo en este sitio no me gustaba nada, el ambiente era aun más abrumador que afuera y casi daba asco el olor, era sobrecogedora aun para mí. No era muy grande, había una mesa y una pequeña estufa, a un lado se encontraba mi objetivo, la anciana mujer tenía el cabello largo y plateado; recogido con una trenza, su rostro delataba su edad, pues tenía varias arrugas alrededor de los ojos, vestía muy humildemente con una especie de vestido harapiento y calzaba zapatillas de tela. La anciana sonreía y demostraba mucha seguridad con su mirada que era casi penetrante como estudiando cada centímetro cada palabra y cada gesto…
Entre la conversación la anciana me dijo:

-Siéntate allí preparare un poco de té.-

Sin saber cómo ni porqué, sentí la necesidad de sentarme en aquella silla de madera, la anciana me daba cada vez más asco pero por alguna razón su presencia tenía un efecto muy raro en mí. Ya cansado de tanta cháchara le pregunte:

-¿Tienes deseos o anhelos?- La anciana dirigiendo su mirada hacia la mía contesto con otra pregunta:

-¿Acaso no estás aquí por esa misma razón?-

Un poco confundido le dije: -¿de qué hablas, que razón?-

La anciana sonriendo me dijo: -¿No vienes aquí en busca de algo? Aquello que tanto anhelas, lo tienes enfrente tan cerca pero a la vez tan lejos, eres muy predecible pero algo lento, pues te estaba esperando desde hace días, me preguntaba cuando aparecerías…

-Pero que… -¿¡Quién demonios te crees anciana!?- Le dije en tono alto y con mirada desafiante
- Vaya, tus instintos te han traicionado, ya decía yo, además tu disfraz no es muy bueno que digamos ¿sabes? Siento lo que te voy a decir, y sin ánimos de ofender, pero eres bastante feo, además podrías haber disfrazado un poco tu olor.

Furioso y casi escupiendo veneno le di un golpe a la mesa y le dije: -¡¿acaso te burlas de mí, vieja?! Sabes quién soy yo, soy un demonio de alto rango y te voy a desmembrar, luego arrancare tu alma de tu fétido y asqueroso pellejo para llevármela triunfante al infierno, mientras me deleitare con tus gritos y me reiré de ti carcajadas.

Tras todo lo dicho esperaba miedo de su parte, pero la anciana respondió muy serena: -¿De verdad? Vaya, y ahora que empezamos a conocernos bien, deberías ser más cortes con tus mayores hijo, hasta un demonio como tu debería tener modales…

La vieja empezaba a exasperarme ¿Qué demonios le pasaba a esta vieja loca? Yo, un demonio de primera categoría, un comandante burlado por una asquerosa anciana. Con más furia pero en tono sugerente le dije: -¿¡acaso has oído todo lo que te dije!? Has siquiera pensado en ello antes de emitir palabra, conoces mi forma y mi propósito y aun así ¿No me temes?

La anciana respondió con una sonrisa burlona: -¿debería? Quizá me perdí esa parte ya no soy la misma que hace unos años ¿sabes? Pero si era aquello del desmembramiento, las almas y el infierno, permite reírme de ti…

-¡Ahhh! aun no me explico que te sucede vieja, estas chalada, ¿sabes qué? Estoy cansado de ti empiezas a irritarme.

-¿Hasta ahora empiezas a irritarte? Vaya, por los gestos, los gritos y los brinquitos en la silla juraría que ya estabas irritado…

-Maldición, eres frustrante, mejor acabo rápido contigo antes de que sueltes otras de tus frasecitas.

-Por un momento estaba decidido a matar a la anciana, ya me tenia harto, cuál fue mi sorpresa al intentar incorporarme, no pude, era como si estuviera pegado a la silla y no tenía ni fuerza para levantar la misma.

-¿¡Qué sucede porque no puedo levantarme de esta porquería!?

-Ah querido sí que puedes, pero tu propia naturaleza no te deja.

-¿¡Qué!? ¿Mi naturaleza a que te refieres?

-Se supone que los demonios gozan de una inteligencia elevada, empiezo a dudar de esa parte. Verás esa silla no te ata, tú te atas a ella, te preguntare ¿por qué estás aquí?

-Eso ya lo sabes vieja loca estoy aquí por tu alma…

-Bien pero ¿decidiste venir sin más aquí por ella?

-Eh… bueno, la verdad es que es una misión, pero no viene al caso.

-Vamos progresando mi pequeño demonio… entonces es una misión. ¿Te lo ordenaron, no es así?

-¿Pequeño demonio? Bah, sí, me lo ordenó mi señor, solo sigo su voluntad y su voluntad era venir aquí por tu alma Lux Dei.

-¿Lux Dei? Vaya, qué interesante, pero no viene al caso. Te diré, entonces estas aquí por voluntad de otro, no por voluntad propia, dime ¿qué te dice eso?

-Me dice que eres una vieja loca y con muchas artimañas que de alguna manera me ha atado a esta maldita silla y cuando me logre liberar te partiré en dos, eso me dice.

-Ah pero no te liberaras, al menos no por ti mismo, veras no hay juegos, ni artimañas en realidad eres tú mismo… Es muy fácil mantenerte ahí sentadito, porque no tienes la voluntad de levantare, recuerda que te dije que te sentaras y tú mismo lo hiciste.

-Pero que… ¿¡Dices que no tengo voluntad!? ¡Tengo la voluntad de hacer cualquier cosa que yo quiera!

-Pero me acabaste de decir que estabas aquí por la voluntad de “tu señor” no por la tuya… es muy sencillo, eres una marioneta, no tienes voluntad, vas de aquí para allá infligiendo miedo y discordia pero la verdad es que nunca has hecho nada por ti mismo, solo sabes seguir ordenes y la voluntad de otros. Mi voluntad es grande y te dice que te quedes en esa silla… por eso no puedes levantarte, como te dije esta en tu naturaleza seguir ordenes, en realidad es muy fácil.

-Imposible ¿¡quién demonios eres!? O mejor dicho ¿qué eres?

-No soy más que lo que ves una humana sin más, algo especial podría decirse, pues ya no quedamos muchos así, con el poder innato que ahora te mantiene en esa silla, con respeto por la naturaleza y por todos sus hijos. Los humanos somos más especiales de lo que crees, a diferencia de un demonio, un humano tiene la voluntad de vivir, de trabajar, de reír, de llorar, de cometer errores y de enmendarlos.

Los humanos son seres inmundos, imperfectos y egoístas, vieja…

Muy cierto muchos se han vuelto así y es una lástima pero irónicamente son esas imperfecciones lo que hacen del ser humano tan especial, cada humano es “perfectamente, imperfecto” somos libres de decidir lo que queremos, lo que está bien y lo que está mal, lo que nos beneficia o perjudica. Algo que a ti te hace falta y de lo que seguro, ahora mismo querrías una porción. Recuerda siempre este momento y piénsalo dos veces antes de buscar una “Lux Dei”, pues por algo los mismos demonios le han colocado ese nombre, y averigua bien, no creo que ninguno de tus “hermanos” haya conseguido nunca una de esas almas y si creyeron haberlo hecho no era una Lux Dei, te lo aseguro… Ahora levántate y vete no eres bienvenido hoy, ni lo serás mañana y recuerda el día de hoy por siempre, no te será difícil “A-lumen”.

Entonces me levanté con la cabeza abajo y salí por aquella puerta justo como entré, incluso ahora mismo el infierno me parece un lugar agradable, aunque me han degradado y ahora soy un sirviente, pero si las palabras de la anciana eran ciertas. ¿No lo habré sido siempre?



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¿Eres capaz de mantener a tus demonios atados? ¿Eres capaz de exiliarlos?

¿Tienes la voluntad...?




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